Quisiera ser el camino
para conservar las huellas
de los buenos peregrinos
que van rezando tras ella.
Quisiera ser el aroma
y el murmullo del pinar
y sueño con ser el cielo
pa el lunes verla volar.
Quisiera ser la candela
que arde en la madruga
pa calenta las arenas
de aquel viejo ucaliptá.
Quisiera ser noche y frío
luna, estrella y humedad
para estar entre el gentío
cuando baje de su altar.
Y quiero ser la marisma
la brisa fresca del mar
pa quedarme aquí contigo
cuando la gente se va.
J. Soler
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